domingo, 29 de julio de 2007

De mi para mi: bienvenida, Lunara

¡Quién iba a imaginarlo? El plan de hoy, cosa que no es cierto porque nunca trazo plan alguno siempre me voy a esto que es improvisar, era salir del diario mientras todavía fuera de día y quedara algo del domingo para disfrutar. ¿El destino? ¡Casa! Ganas de abrazar a ese gato mio que lleva ocho años recibiendo mis mimos, poner un poco de orden en tiempo record porque esto de los medios masivos es algo abrasivo. Meditar también era algo que me pasaba por la cabeza mientras iba en el taxi. "Ni mucho, ni poco", dirìa Mecano. Cosas a medias, eso sì. Y al final, como siempre me pasa, terminé sorprendiendome a mi misma porque ya a esta hora es lunes y sin planearlo tengo un blog. Esto se lo debo a Augusto, que es un todo en uno: amigo, vecino, pintor extraordinariamente ingenioso, fotógrafo, soñador, ilustrador, solitario, silencioso pero atinado. Siempre aparece cuando menos se le espera, y cuando menos se lo espera es un cómplice. Sí, es lunes ya, la cama está destendida desde el domingo y yo, en lugar de ponerme a acomodar las almohadas y el edredón caì en la en-cantadora idea de Augus, "¡uy, si! hagamos el blog".